Tesla y el Capitalismo Premium

O como llevar el rentismo hasta sus últimas consecuencias

Shine McShine
4 min readMay 10, 2021

Si hay una compañía que cristaliza a la perfección la esencia del capitalismo más salvaje, rentista y parasitario que existe esa es Tesla Inc.

Imaginad la siguiente situación: compráis un coche de segunda mano, que viene con neumáticos nuevos y un nuevo carburador, lo que obviamente afecta al precio que pagaréis. Un mes después se presentan en vuestra casa dos técnicos del fabricante y te dicen que no has pagado por las ruedas nuevas ni el nuevo carburador, y que te los van a quitar, te pondrán las piezas originales de fábrica y que, si quieres, les puedes comprar a ellos otra vez las nuevas ruedas y el carburador.

Ridículo, ¿verdad? Pues resulta que Tesla ha estado haciendo esto sin ningún tipo de pudor. Sí, en serio:

La historia es rocambolesca: un indivídulo llamado Alec B. compró un Tesla Model S de segunda mano que venía con Piloto Automático incluído. Un mes después de comprarlo, la compañía desactivó el servicio de manera remota sin notificárselo al conductor. Cuando el nuevo propietario fue a un taller a hacer la revisión se dio cuenta de que el servicio había sido desactivado. Al ponerse en contacto con Tesla estos le dijeron que él no había pagado la característica, pero que si quería podía activarla por unos míseros $5.000. Todo un chollo.

La historia salió en los medios y la compañía recibió tantas críticas que finalmente le devolvieron los servicios a Alec. Pero resultó que Alec no era el único al que le había pasado esto:

Pronto aparecieron más testimonios de conductores de Teslas de segunda mano que veían como algunas características “premium” eran remotamente desactivadas por la compañía, como el “Ludicrous mode” que mejora la velocidad del vehículo y que cuesta unos $20.000.

Estas prácticas son una puñalada a los derechos del consumidor; cuando alguien compra un coche, parte del precio que paga corresponde al hecho de que, cuando pretenda cambiarlo, podrá recuperar parte del dinero invertido vendiéndolo de segunda mano. ¿Pagaríais vosotros lo mismo por un coche que sabéis que no podréis vender cuando os queráis comprar otro? Pues eso. Y los vehículos que vende Tesla no son precisamente baratos.

Pero todo este sinsentido no se limita únicamente a los coches usados. El modelo de negocio de la compañía se basa en vender coches con el software capado para después ir sacando actualizaciones de pago que valen miles de dólares cada una. Para añadir sal a la herida, algunos usuarios que pagaron decenas de miles de dólares por servicios como el “Ludicrous mode” vieron como Tesla limitaba la función de forma remota tras una nueva actualización:

Todo esto no es nuevo; Tesla lleva haciendo estas cosas años, como cuando retiró remotamente el servicio de “supercarga premium” (que permitía a los conductores que lo habían pagado recargar gratis) porque “ya no era provechosa para la compañía”

“Pero Shine, esos servicios son opcionales, nadie te obliga a pagar por ellos”. Ya, bueno, no realmente. Miremos por ejemplo la Unidad de Control del panel del coche, o MCU. Recientemente sacaron una actualización de pago de la v.1 a la v.2 por sólo… 2.000 dólares. ¿No quieres pagar ese dinero? Perfecto. Sólo hay un problema: si quieres actualizar otros servicios en el futuro NECESITAS tener instalado MCUv.2. Oops!

Y podría seguir poniendo ejemplos, porque la empresa en cuestión tiene mierda bajo la alfombra como para llenar varias piscinas olímpicas, pero creo que os hacéis una idea. Pero Tesla no es el problema. Tesla es parte del problema. Un problema muy gordo. Porque este modelo de negocio, que cada vez está más extendido, es un ataque directo a los derechos de las personas como consumidores. Supone que, aunque compres un producto, no eres realmente el dueño de ese producto. Es el rentismo llevado al extremo. Y como Tesla hay muchos ejemplos, desde impresoras, cafeteras, hasta bombas de insulina. Es un modelo de negocio que deja al consumidor a la merced de las grandes corporaciones. Pura distopía cyberpunk.

La tecnología que prometía llevar a la humanidad hacia su emancipación al final nos acabará conduciendo a una suerte de neofeudalismo tecnológico. Eso sí, con un impresionante catálogo de series en streaming.

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